LA ENREDADERA
En el jardín, de las flores olvidadas.
Las más escondidas, en las que nunca me fijaba.
Esas, que sin regarlas, a mi ventana subían
Cuando la abría, de suave olor me invadían.
Más llego el invierno y mis tímidas vecinas
Se tambaleaban de frió y ventisca.
Quisiera cortarlas, pero quién me hará compañía
Ellas me miran, me dejan su fragancia matutina.
Una mañana, casi las veía los cristales de nieve
Me lo impedían, de pronto algo se movía…
Como un vaivén de parabrisas, se despedían
Corrí y las cogí, en mis manos se deshacían.
Me estremecí, y pasando los días sin fin…
Otra mañana, dejo de nevar y al paso del invierno
Salio el sol, vino la primavera, y Sorpresa…
Empezó asomar la enredadera, con flores más bellas.
Autora: Mercedes Ramos.
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